EL DESAFÍO DE PASAR DE PILOTO A COPILOTO
Mi propia experiencia como adolescente, como madre y como terapeuta durante más de 30 años acompañando a padres y madres, me ha permitido comprender cómo y en qué medida la adolescencia es una etapa compleja y desafiante para todo el sistema familiar.
Dicha etapa, si bien puede ser difícil y dolorosa, es también un espacio idóneo para el crecimiento, y para reaprender el significado y la potencia del respeto mutuo, de la paciencia y de la tolerancia, al tomar consciencia de que los adolescentes aún necesitan mucho de sus padres, pero de una manera diferente, que garantice un espacio de libertad.
Cuando los hijos llegan a la adolescencia, es deseable que los padres sepamos pasar del puesto del piloto al del copiloto, esta es la clave si lo que queremos es apoyarles, de manera efectiva, en su tránsito desde la niñez a la adultez, formándose como individuos responsables y capaces de pilotear sus propias vidas.
¿Qué implica ser padre de un adolescente?
Ser un copiloto eficiente implica, en primera instancia, comprender cómo viven los adolescentes esta etapa y conocer qué necesitan hacer nuestros hijos durante su adolescencia como preparación para una vida adulta independiente.
Los adolescentes experimentan enormes cambios físicos, emocionales y cognitivos, que le desconciertan, atemorizan y generan ansiedad. Son hipersensibles, reactivos y muchos se desbordan emocionalmente.
Con frecuencia se ven a sí mismos como omnipotentes y sabihondos, considerando que tienen la verdad más absoluta e intentan descubrir quiénes son y de qué son capaces, en un momento en que lo estrenan todo: cuerpo, capacidades, ideas, intereses, relaciones, hormonas y sexualidad.
Para redescubrirse y reafirmarse necesitan actuar, porque actuando es como pueden ponerse a prueba, practicar y aprender, por ejemplo a auto regularse, a relacionarse, a tomar decisiones, a defender sus ideas, entre otras muchas destrezas.
Contacta con iAra Unitat de Psicologia
¿Qué necesitan los adolescentes para lograr un desarrollo saludable?
Individualizarse
Para esto requieren tomar distancia de su familia, pero la buena noticia es que este distanciamiento es temporal.
Durante esta etapa necesitan saber qué tan diferente son del resto de su familia, cómo se sienten, qué piensan y cuáles son sus propios valores. Las conductas propias de esta separación (rebeldía, negativismo, malas contestaciones o silencios prolongados etc…) durarán el tiempo que tarden en descubrir quiénes son y cuan capaces son de pasar de la niñez a la edad adulta.
Priorizar la relación con iguales
Es el momento de construir relaciones con gente de su edad y ponen toda su energía en ello.
No significa que su familia no es importante solo que, en este momento de su vida, su atención está centrada en sus iguales. Partiendo de que buscan espacios para divertirse, relacionarse y ponerse a prueba socialmente, ofrécele oportunidades para vincularse con sus amigos en espacios cercanos a la familia.
Evita críticas, muéstrate amable y receptivo con sus amigos haciéndole sentir que confías en su criterio.
En caso de que alguno se comporte de forma diferente a como tu esperarías, dialoga con tu hijo o hija, intercambien opiniones y reflexionen sobre esto. Sin críticas, ni argumentos peyorativos.
Explorar y ejercitar el poder personal y la autonomía
Desean averiguar de lo que son capaces y poner a prueba su poder e importancia en el mundo. Quieren decidir lo que pueden hacer por sí mismos.
Necesitan privacidad
Se desarrollan a gran velocidad y experimentan vergüenza. Necesitan conocerse primero para luego mostrarse.
Mientras tratan de descifrar lo que es importante para ellos pueden querer realizar actividades que temen sean reprobadas o criticadas. Aunque esto puede generar temor en los padres, la experiencia nos dice que si quieren hacer alguna cosa, lo harán a pesar de que lo vigiles.
Consejos para ser un buen padre copiloto
Ahora que sabes lo que es “normal en la adolescencia”, te invito a aproximarte a tu hija o hijo desde:
- La aceptación en lugar de la crítica
- Confiar en sus recursos
- Confiar en lo que hasta ahora ha aprendido, recordando que los valores familiares forman parte de lo más profundo de cada uno y, en general vuelven a estos valores, readoptándolos como propios.
- Permanecer cerca, en el puesto de copiloto, para poder apoyarle y guiarle, cuando lo necesite, exige una relación respetuosa, firme y afectuosa, que le de seguridad, en la que le hagas saber que cuando se acerque a ti no recibirá críticas, juicios o desaprobación
- Le escucharas con interés y le apoyarás mientras asume las consecuencias de sus decisiones y conductas.
Ser copiloto eficiente de tu hijo adolescente significa que, con tu presencia, coherencia y congruencia, le transmites que estas de su lado, que estas allí para él o ella, mientras le alientas a practicar para convertirse en un piloto independiente, responsable y capaz en su vida adulta.
Nelsen y Lott, en su libro Disciplina positiva para adolescentes, ofrece algunas herramientas concretas para favorecer una relación positiva con nuestros adolescentes. Os la comparto:
- Métete en su mundo, ponte en sus zapatos, empatiza con él.
- Escucha y sé curioso: di menos y pregunta más, sin juicios ni expectativas, con autentico interés.
- Olvídate de los que piensen y digan los demás, de la presión social, haz lo que sea mejor para tu hijo.
- Sustituye la humillación, el hacer sentir mal, por el respeto.
- Involúcrate de forma respetuosa, sin imposiciones ni control, trátalo como un igual, desde la horizontalidad.
En iAra Unitat de Psicología hemos desarrollado un programa dirigido a padres y adolescentes en edades comprendidas entre los 13 y 18 años de edad.
Comentarios recientes